dibuje mariposas en tus senos,
que me funda en tu piel sin yo tocarte,
que riegue con mis lágrimas tu cuerpo.
Déjame que te escriba, que te invente,
que te dibuje poco a poco un verso,
a la luz de la luna, en los poemas
de tus ojos oscuros y tus miedos.
Déjame que me pierda en el destino,
que me muera en tu vida y mi silencio,
que te recite notas que se escapen
como plumas doradas bajo el fuego.
Déjame que te sueñe y esta noche
se parte de la magia de mis sueños,
para morir mañana al despertarme
como mueren los lirios en invierno.
Yo no sé si los besos son pecado
o es pecado quererte como quiero,
tan solo déjame ser un suspiro
que escape de tu boca al firmamento.
Déjame que te abrace y esta noche
quédate acurrucada en mis recuerdos,
pues sé que cuando llegue la mañana
quizás tu y yo, mi amor...no existiremos.
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