
con sus claros y oscuros,
con la sonrisa limpia
que prendí en mi pasado,
con el fruto del tiempo
arrastrado en mis ojos,
con el sabor amargo
de todos mis pecados.
Te regalo mi alma
con sus mil desatinos,
sus esquinas dormidas
y sus huecos paganos,
con pedazos de sueños
que se hicieron añicos
y las mil turbulencias
de estertores callados.
Si te pido que a cambio
me regales las nubes,
o el calor de una fuente
que resiste al verano,
un pequeño recodo,
un instante dormido,
un lugar donde siempre
empezar lo empezado.
Te regalo mi alma
con su celo infinito,
con sus dudas ajenas
y sus miedos turbados,
con cadenas de fuego
arrasandola entera,
con las manos abiertas
para no equivocarnos.
¿Qué me contestarías
si te digo que quiero
un instante en silencio
en un trueque trucado,
que quiero el universo
perdido en una estrella,
comprimido en un beso
y en la noche sellado?
Te regalo mi alma
aún estando vacía,
porque ya no me sirve,
porque se me ha secado,
a cambio de un recuerdo
que no pueda borrarse,
de una noche de luna
y un fugaz desengaño.
Te regalo mi alma
tal vez porque no es mía,
te regalo la nada,
y mi yo...te regalo.
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