
lo mismo que una niña junto al río
se guardaba secretos en la noche,
se guardaba misterios escondidos.
Sus ojos empañados recorrían
la tierra seca, cada noche fría,
y un alma de mujer abandonada
en medio de su pecho le latía.
¡Ay! luna de misterios empapada
¡Ay! llantos de guijarros y rocío,
la luna roja llora sobre el agua,
el agua llora ausente sobre el río.
Miles de notas se escuchan calladas
entre lo oscuro de su hiel vacio,
cantos de ausencias, suspiros de mágia,
mientras la luna susurra su hastío.
De aquella plata que perló su pelo
quedá un recorte de sombra marchita,
y es una estrella la luz que derrama
sobre la arena su figura altiva.
Aquella luna roja tiene miedo
a los secretos que se le han perdido,
y sueña con ser sol una mañana
dejar la noche y extender su brillo.
Luna gitana que perdistes el nombre
sobre la sombra que ocultó el camino,
sueña pequeña, que te arrulla a solas
este silencio que se vuelve frío.
La luna roja que querer soñaba
juega guardando los misterios míos.
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