dentro de mi misma

Poco a poco a ido naciendo una nueva persona.
O tal vez no ha nacido una nueva persona, sino que poco a poco empiezo a encontrar a la persona que era antes, a esa persona que había perdido.
A esa persona que solía estar alegre, a la que le gustaba sonreir, la que siempre tenia motivos para tener una buena cara.
Puede que de vez en cuando todavía asomé la persona en la que me convertí. La triste, la amargada, la que no encontraba motivos, la que se olvidó de las cosas buenas...
Pero por suerte para mí, y también para los que están conmigo, poco a poco vuelvo a ser yo misma.
Y tengo ganas de vivir, y tengo ganas de sentir, y miro la vida por la ventana de la ilusión, y vuelvo a pensar que en mi vida existen motivos.
Me ha costado mucho y todavía me cuesta librarme del lastre de aquello que fué y que perdí, de los recuerdos que me amordazaban, de las heridas que me impedian levantarme.
Sin embargo ahora entiendo que hay cosas mejores, personas mejores, y que cada uno tiene al final lo que se merece, o simplemente aquello que debe tener.
Y si un dia pensaba que tenía lo mejor del mundo, hoy me doy cuenta de que tal vez me equivocaba.
Que no era lo mejor, al menos lo mejor para mí, y que en el fondo nadaba entre el fango de la mentira y la burla, ciega a la realidad y a sus verdades.
Pero dentro de mí misma hoy me siento nueva, renacida y feliz.
Y no cambiaría lo que tengo ahora por lo que tuve.
Porque creo que lo que hoy tengo merece mucho más la pena.
Porque me gusta sentarme a escribir; ponerme a Ricardo Arjona y cantar a voz en grito o bailar con mis hijas como unas locas hasta tener agujetas.
Porque me gusta hablar con quién hablo, y tomarme un café con mis amigas, y reirme con mis compañeras del trabajo.
Porque me gusta mi gente; esa gente a la que tuve un poco olvidada.
Y me gusta la gente nueva que ha entrado en mi vida. Me gusta mucho.
Me gusta recibir un mensaje de quién no conozco y saber que alguién me lee aunque no me entienda.
Me gusta esperar una conexión los fines de semana con esa ilusión que solo tienes cuando hablas con alguién con quién de verdad te gusta hablar, o estar, que de las dos formas puede interpretarse.
Y dentro de mí misma sé que hoy tengo mucha suerte.
Porque yo encontré gente maravillosa, encontré una persona, un amigo maravilloso y el apoyo y el cariño de los que siempre estuvieron conmigo y supieron esperar, no enfadarse y tener confianza en que conseguiria remontar y salir adelante; y tal vez, quién me hizo llorar, tiene hoy lo que se gano a pulso, lo que quiso y deseo tener, alguién como él; alguién que miente, alguién que juega, alguién que fallará cuando se cansé de jugar o decida que ya no le divierte el juego.
A mí eso realmente ya no me importa.
Y no me importa porque yo soy feliz.
Porque ahora me siento bien conmigo misma y quiero seguir sintiendome así.
Hoy alguién me dijo: "¿te das cuenta?, otra vez ha vuelto nuestra niña, nuestra chiquinina, y da gusto porque ya la echabamos de menos".
Hoy alguién me ha dicho: "¿sabes porque tienes tanta gente que te quiere?...porque te guste o no eres una tia cojonuda".
Hoy he sonreido porque creo que ya era hora de que realmente volviera, porque he decidido que no quiero que vuelva a irse, que no voy a dejar que nunca más nadie les robe lo que yo tengo que darles a la gente a la que de verdad le importo.
Hoy he sonreido porque pensé en alguién que es mi amigo y que a esa hora acabaría de empezar a trabajar, en mi familia, en mis amigos de siempre, en mis compañeras y me dí cuenta de que poco a poco estoy volviendo...y me gusta hacerlo.