jueves, 15 de noviembre de 2007

la devolución

Siempre se ha dicho que en esta vida debes devolver el doble de lo que te dan para demostrar tu agradecimiento.
Yo no sé si puedo dar el doble de lo que me han dado, pero hoy quiero dar algo a mucha gente que puede que en este momento lo necesite.
Y será una manera de devolver una parte de lo que otros me han dado a mí.
Porque hoy quiero hablar de mí.
No de mí, sino de mi vida o de mis experiencias.
Porque yo soy una de esas personas que como muchas otras han pasado o están pasando por la tortura de padecer una depresión.
Y no hablo de depresión como tener un dia malo de vez en cuando, como levantarte una mañana y encontrarte con que no estas de humor.....
Hablo de depresión como enfermedad, como una dura y larga enfermedad.
Supongo que es una de las enfermedades más desconocidas que existen para mucha gente, y de echo yo conozco a mucha gente que piensa que no es en sí una enfermedad, o que se cura tomandote dos aspirinas.
Pero por desgracia no es así.
Y puede llegar a ser muy destructiva para la persona que la padece.
El problema es que la mayoría de las personas que la padecemos (y si alguien ha pasado por ella lo sabra) en un principio ni siquiera reconocemos que somos enfermos.
Achacamos nuestros estados de ánimo a mil cosas distintas, siempre ajenas a nosotros, y muchas veces tenemos miedo de reconocer que somos enfermos; que estamos enfermos.
Y como cualquier enfermedad necesita un tratamiento, mucha ayuda y tiempo para salir del agujero en el que nos introducimos.
Pero es muy complicado. Para cualquier persona que pase por esto se convierte en su propio infierno.
Porque perdemos cosas fundamentales: la autoestima, la ilusión, las fuerzas y sobretodo el deseo de vivir, y nos convertimos en seres para los que la única solución está en alejarnos de todo y de todos, meternos en la cama o aislarnos de cualquier manera para no enfrentarnos a un mundo que cada vez nos da más miedo.
Yo comencé con ella hace ya mucho tiempo. Cinco años exactamente.
Y reconozco que en un principio me costó pedir ayuda. Me daba verguenza lo que la gente pudiera pensar o que no me entendieran, aunque afortunadamente luego no fué así.
Pero después de un tiempo de tratamiento cometí otro error muy común. Pensar que me había curado.
Me encontraba mejor, estaba bien de nuevo y había dejado atrás todo aquello.
Pero realmente no es así. Esto no se cura como un catarro. Existen épocas mejores y épocas peores, pero aunque pensemos que se ha ido, sigue al acecho escondida en nuestra cabeza.
Y ocurre lo que me paso a mí. Que te confias, que piensas que ya no necesitas nada, que te vuelves a ilusionar con la vida, pero de pronto, cualquier golpe, cualquier pequeña desilusión....
y vuelves a caer otra vez en el pozo aunque fatalmente sueles hacerlo a más profundidad.
Yo tengo que dar las gracias hoy porque seguramente pasé su peor etapa, superé los peores momentos, y poco a poco vuelvo a salir y empiezo a caminar de nuevo.
Pero para esto es necesario tener ayuda: la ayuda de un profesional, la ayuda de la gente que te quiere, y la fuerza de voluntad suficiente para decirte a tí mismo que debes salir aunque no sea facil.
Y aún así, cuando vuelves a sonreir, cuando empiezas a ver la luz al final del camino, debes seguir diciendote a tí mismo que te guste o no eres un enfermo, y que siempre correras el riesgo de volver a caer si no te propones buscar formas de luchar y sobretodo si no reconoces que por muy bien que estés tu, la vida siempre será una batalla en la que no puedes bajar la guardia.
Supongo que existen muchos medios para defendernos y que una vez que pasamos la etapa más dura solo es cuestión de agarrarte a ellos. Desde evadirte escribiendo y dejando salir lo que piensas como hago yo, hasta buscarte motivos o aficiones para canalizar esos miedos y esas frustraciones que te atormentan.
Pero lo importante, para cualquier persona que pasé por esto, es que sepan que se puede salir, que se puede volver a empezar y que se puede seguir adelante.
Pero también que sepan que por desgracia no es facil, al contrario, es muy dificil, que no se puede hacer solo y sobretodo que se necesita mucho tiempo.
Porque yo, aunque estoy mucho mejor, y aunque mi gente ve que vuelvo poco a poco a recuperarme, sé que sigo estando enferma, y que todavía no he terminado de ganar mi guerra, aunque he ganado ya muchas batallas, y sé que puedo volver a caer en cualquier momento y que mi lucha ahora está en evitarlo, en gustarme a mí misma y en aprender a valorar mi vida tal como es.
Y hoy lo digo porque alguién a quién quiero está pasando por lo mismo, pero por desgracia ahora mismo por su etapa más dura.
Así que a ella y a los que como ella sienten que no existen motivos para seguir, decirles que SI existen esos motivos y que hay muchas cosas por las que luchar y animarles a que lo intenten con todo el cariño.
A los que nos ayudan y ponen su granito de arena para que salgamos cuando ven que empezamos a hundirnos, agradecerles que estén ahí siempre con nosotros.
Y a los que se encuentren alguna vez con alguién que sufra esta enfermedad, decirles que cualquier persona que pase por ella lo que necesita sobretodo es cariño y mucha comprensión para aprender, sino a curarse , a convivir con un problema que realmente puede llegar a ser dramático para quién lo padece.
Y hoy decir que para mí, el reconocer que tengo un problema es una buena terapia...porque yo no voy a decir nunca que estoy curada, pero si puedo decir que al menos he conseguido controlarlo, y que ahora, me es más facil salir cuando vuelvo a hundirme porque se algo importante....sé que no estoy ni he estado nunca sola en esta batalla y eso es fundamental.

No hay comentarios:

Datos personales

Seguidores