Regálame un poema, una palabra
que me diga que estás, aunque no estés,
que me lleve a soñarte, que me envuelva
que se enrede en mi mundo imaginario.
Un poema con solo cuatro letras
donde quede tu esencia reflejada
y que sea en la noche como el faro
donde encontrar descanso.
Regálame tu risa entre las notas
de una canción de invierno
nacida en esta primavera
de flores y rocio entre la luna
de una mañana triste de recuerdos.
Regálame tu imagen imperfecta,
el eco de tus pasos que se mecen
en la distancia exacta de la vida
que crece entre nosotros.
Y déjame soñarte en el momento
en que quiera saber, sentir, olerte,
poder notar apenas un instante
tu sabor en mis lábios.
Enséñame a ser alguien en tu vida
sin conocer tu nombre,
y sueña junto a mí todas las noches
barriendo las fronteras
que el tiempo y los lugares nos regalan.
Regálame un poema que se duerma
en mi cama de nubes,
y siéntete tan mío como tuya
puedas pensar que he sido
tan solo en un minuto de tu tiempo.
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