Dejó una tarde gris aquellas tierras
y mirando a lo lejos
un suspiro escapó de entre sus labios,
de su pecho un te quiero.
Quedaban en el cielo sus promesas,
en la tierra sus sueños,
y sus huellas barrian cada paso
que dió desde pequeño.
Nunca mires atrás, le grito alguien,
y allá entre sus recuerdos
un retrato gastado de la madre
arrimado a su pecho.
Con la mochila al hombro caminaba
camino al universo,
el futuro infinito es lo que sabes
que siempre ha sido incierto.
Dejo una tarde gris aquella casa
donde se hizo el silencio
mientras todos miraban su silueta
perderse en el sendero.
Y con el peso triste que sus hombros
soportaban, fué haciendo
nuevos caminos donde ayer había
una vida y un beso.
Dejo una tarde gris aquella tierra,
tierra de sus ancestros,
buscando en otros sitios solitario
encontrar un sustento.
Y se llevó consigo las caricias
de los buenos momentos,
y lágrimas bordando sus mejillas
en un adios eterno.
Dejo la tierra madre que él amaba
y nadie le explicó porqué hizo eso....
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