CAMINAMOS...

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Caminamos desnudos por la vida
como un día la madre nos dió aliento,
como el barro que manos añoradas
moldearon con lágrimas y esfuerzo.
Caminamos sin metas ni destinos
abrazados al hada de lo incierto,
arrastrando los sueños cual jirones
de ese alma que envuelve nuestro cuerpo.
Caminamos ¿por qué? si hay un motivo
lo perdimos en sueños hace tiempo,
no sabemos, quizá sabrá algún día
el motivo la flor del firmamento.
Caminamos, igual que nuestros padres,
de la misma manera que el abuelo
o que el hijo que agarra nuestras manos
ante el miedo a aquello que no vemos.
Hay caminos o tal vez un camino
que nos lleva a todos por el tiempo,
de la vida que nunca ha sido vida,
y sí ha sido lo que desconocemos.
Caminamos tan solo porque pasos
son quién forman nuestros futuros tiempos,
arrastrando verdades y mentiras
en un juego que al fín tan solo es juego.
Pero sea cuál sea ese motivo
que nos lleva despacio hacia lo lejos,
caminamos, aún sin tener un rumbo
porque somos camino sin saberlo