
aquellos campos verdes
de cielos superados,
donde tu rostro firme
buscaba las respuestas,
¿recuerdas los caminos
vestidos de pecados,
que escondiendo mentiras
luchaban sus tormentas?
Las tardes del verano
en otoño esculpido,
los besos que fingidos
buscaban luz en vano,
¿recuerdas las sonrisas
lejanas en sus ecos,
y el abrigo del frío
latiendo en nuestras manos?
Yo no puedo olvidarlo
y en esta eterna lucha,
me rompo en cada instante
buscando una verdad,
la sed que hay en mi boca
de tus labios malditos,
pelea entre humillarse
y anclar su dignidad.
Han pasado los años
dormidos en sus sueños,
y me pregunto a veces
que habrá sido de ti,
si cumpliste el anhelo
de ser lo que no eras,
si seguiste actuando
para este mundo hostil.
¿Recuerdas las palabras
cayendo entre las sombras,
las verdades a medias
buscando libertad?
Yo recuerdo tu mano
caliente entre mis dedos
presagio de una vida
de eterna soledad.
¿Recuerdas tan siquiera
mi nombre, algún instante?
tal vez soy ya una sombra
borrada al caminar.
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