Y QUE DIOS ME PERDONE

Y que Dios me perdone
si no puedo, olvidar tu mirada,
esa fuerza que oscura atravesaba
en silencio mi cuerpo,
hasta llegar al alma desgarrada
en sus ratos más duros,
descubriendo el sabor de la tristeza
y el dolor del silencio.
Y que Dios me perdone por quererte
por encima de todo,
por encima de tantos que pasaron
y que un día se fueron,
por querer dibujarte sin los trazos
de lo que fué imposible,
por ahogarme en el mar de lo imposible
y en fangos de silencio.
Van pasando las horas silenciosas,
cayendo los segundos,
de las hojas de otoño se preñaron
los copos del invierno,
el vacio que funde sensaciones
amortaja los años,
conservando tu imagen impasible
del corazón, muy dentro.
Y que Dios me perdone
si no puedo, olvidar tu mirada,
si no quiero vivir donde no vives
porque al perderte, he muerto,
corazón que encontró la luz un día
vagando en el abismo,
y que Dios me perdoné por amarte
y no dejar de hacerlo,
porque aquello que un día tu sembrastes
como Dios, será eterno...