
para vivir la vida tan deprisa,
para poder coger todos los sueños
y realizar despacio, las caricias.
Para sentir en un segundo, el beso,
y amordazar con fuego la mentira,
imaginar tener solo un momento
para sentir en él toda una vida.
Ser dueña así de todo tu deseo,
de tu sabor, de toda tu alegría,
poderme ver, allá en tus ojos negros,
sentir latir de tu alma, melodía.
Imaginar, con los ojos cerrados
que la ilusión se viste entre la brisa
de tu calor, de mi piel, de tu esencia,
de la fusión de dos almas perdidas.
Y ser feliz, tan solo en ese instante
cuando el amor despierta y se desliza,
sabiendo que, después de tanto anhelo,
regresará la noche más baldia.
Imaginar que todo lo imposible
puede pasar, como olas en la orilla,
para morir, besando de la tierra
el corazón que en su dolor latía.
Imaginar que puedo enamorarte,
imaginar, que el tiempo se termina.
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