Para Ale

Solo un momento para decirte que sonreir,sonrio.
Estoy aprendiendo a sonreir siempre de nuevo, he cambiado mi forma de vestir intentando hacerlo de manera más alegre.
Con mi nuevo trabajo he intentado de alguna manera poner un punto y seguido en mi vida.
E incluso me he teñido el pelo y me lo he cortado para verme mejor a mí misma.
Pero algunas veces, seguramente la mayoría, sigo pensando que no es el aspecto externo lo que hace que no nos sintamos bién con nosotros mismos.
No es la manera de vestir, el peinado, el maquillarnos un poco o el tener una sonrisa permanente en los labios.
No Ale, porque a mí por ejemplo me gusta como soy, con mis centímetros de menos, mis kilos de más y mi forma poco coqueta de comportarme.
Lo que pasa es que en el fondo lo que tenemos muerto es el alma.
Se nos muere un poco cada vez que perdemos a alguién que queremos, se nos muere un poco cada vez que sentimos nostalgia de alguién.
Tal vez la solución no sea solo sonreir, sino aprender ha hacerlo de verdad y para eso tendré que aprender a vivir con mis recuerdos y mis ausencias.
Por eso, aunque alguna vez me de un pequeño bajón, no te preocupes que sonrio, sonrio de nuevo, aunque estoy aprendiendo ha hacerlo poco a poco porque algunas veces echo de menos el abrazo y la sonrisa de gente maravillosa que era mi apoyo.
Pero estoy empezando ha hacerlo, aunque confieso que ahora mismo me gustaría que Jesús pudiera verme y animarme, o que lo hiciera J.C., o mi abuelo....en fín, sueños imposibles.

A proposito, tus niñas están preciosas en esa foto....J. se parece mucho a tí.