Por el mismo camino

Anoche me quedé escuchando a Ricardo Arjona mientras le daba un repaso a mi vida, y pensaba como van a ser las cosas a partir de ahora.
Una amiga me dijo un dia que la vida son etapas. Una etapa acaba y empieza otra, y hay que empezarla dejando atrás lo pasado y convencida de que lo que viene será mejor.
Intento convencerme de que efectivamente las cosas son así.
Pero creo que hay cosas que de una manera u otra siempre discurren por el mismo camino.
Y en mi vida hay una constante que lo marca todo.
Son las perdidas.
Estoy destinada a perder siempre a la gente que me importa en el momento menos indicado.
Perdí a la única persona que fué capaz de entenderme y de hacerme sentir querida y valorada a pesar de mis múltiples defectos.
Perdí al hombre que me enseñó la mayoría de las cosas que sé y que fué mi guía y mi ejemplo para aprender a luchar a pesar de las adversidades, y ahora voy a perder a alguién que también significa mucho para mí.
Y no es nadie con quién tenga una relación; no es una persona de la que esté enamorada ni es como mi abu, uno de los pilares de mi vida.
Pero es un amigo que significa mucho. Sin embargo debido a su trabajo y a que es de fuera, nuestra relación se mantenía debido a mi propio trabajo.
El venía a verme y charlabamos, nos tomábamos un café y discutíamos; ahora todo esto será más complicado, porque queramos o no será más dificil que nos veamos y que podamos hablar.
Puede parecer ridículo, pero me duele y mucho saber que otra vez voy a perder a alguién importante; alguién que me enseñaba cosas de arte, de filosofía, de literatura.
Alguién a quién a pesar de que no nos veíamos muy a menudo, he llegado a querer como se quiere a esos amigos que te han dado algo, que te han aportado algo en la vida, y que por desgracia suelen ser escasos.
Anoche mientras escuchaba a Arjona pensaba que perder un trabajo no es solo perder una nómina, un ingreso en el banco cada mes, un lugar donde por obligación debes ir cada día: perder un trabajo implica adioses, despedidas, escuchar un quizas nos veamos que es triste.
Yo sé que tengo que intentar salir adelante donde sea porque tengo tres princesas que mantener y una casa que sacar adelante, pero también sé que cuando me ponga en la cola del paro para hacerme la tarjeta e intentar encontrar otro trabajo, estaré diciendo adios a algo más que a la seguridad de mis hijas al menos en las cosas más imprescindibles.

Mi beso para Ale y María.....que no me olvido de vosotras nunca.