Eso es lo que quiero hacer hoy.
Rendirle un homenaje a esta ciudad en la que vivo.
Una ciudad pequeña, donde se puede decir que la mayoría de las personas nos conocemos y donde cuando vas por la calle no puedes evitar pararte muchas veces para saludar a alguién o llegar tarde a los sitios porque aquí es imposible dar unos cuantos pasos sin ver a algún amigo.
La ciudad de las murallas. Esas hermosas murallas en las que yo trabajé durante tiempo y que te embrujan no por su perimetro,( aunque también, por ser las únicas perfectamente conservadas que rodean todo el centro de la ciudad como lo hacian hace 1.000 años,) sino que te embrujan por su fuerza, por la fortaleza que irradian cada vez que las miras.
La ciudad de las historias. Historias que yo he contado muchas veces a los turistas y que llenan con sus voces cada uno de los rincones del casco viejo, llevándonos a otras épocas de glorias y de desastres.
La ciudad de los silencios. Porque aunque parezca increible, en esta ciudad, todavía quedan rincones, todavía quedan calles, por las que puedes caminar sin ver apenas un alma. Antiguas calles cargadas de historia y de sueños dormidos.
Una ciudad con sabor a viejo mezclado con lo nuevo. A calles empedradas y antiguas junto a modernas avenidas. Una ciudad de antiguas iglesias y leyendas.
Yo no nací aquí, pero vivo adoptada por sus motivos, por su extraña y delicada fuerza, y por el calor de su gente, que a pesar de su fama de callados, incluso de cerrados a los de fuera, son personas abiertas y dulces capaces de darte lo mejor de ellos mismos.
Mis hijas y yo teniamos que habernos ido hace unos meses, pero de pronto la vida dio un giro, los acontecimientos cambiaron, y después de tener decisiones tomadas, planes y propuestas, de alguna manera, todo se puso en movimiento para que tuvieramos que posponer nuestros planes.
Pero yo pienso que tal vez fué esta ciudad, su luna blanca y su imponente presencia.
Tal vez, de alguna manera, cuando alguién viene aquí la ciudad lo atrapa, se apropia de tí con sus mil secretos, y como una novia celosa, en algún momento, transforma tu destino para impedir que la abandones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario