domingo, 3 de febrero de 2008

La costumbre

Cuando me levanto por las mañanas me gusta leer las noticias en internet mientras desayuno.
Lo hago todos los dias,antes de preparar el desayuno de mis niñas y levantarlas a ellas.
Es uno de esos momentos de tranquilidad,de esos pocos momentos que tenemos para nosotros durante el dia.
Y ultimamente hay algo que me llama mucho la atención; la cantidad de noticias relacionadas con el físico, con los deseos de las mujeres por estar delgadas, guapas, tener el pecho más grande o estar a la última moda.
La verdad es que me fijo en ellas por una razón: me pregunto si mi fallo, o uno de ellos no está ahí, y por eso no cuadro mucho en la forma de ver las cosas de los demás.
Porque a mí no me preocupa en exceso.
Yo estoy delgada, pero no porque me cuide, cosa que confieso, sino simplemente porque no engordo a pesar de comer lo que quiero siempre que puedo hacerlo.
Realmente no estoy delgada como esas chicas de las noticias, tengo mis curvas en sitios poco adecuados, pero es normal imagino cuando una ha pasado por tres cesáreas y ha cumplido los cuarenta.
Sin embargo a mí no me preocupa, como no me preocupa el tamaño de mis pechos, o no ser demasiado alta, o no vestir a la ultima.
Algunas veces sin querer me comparo con mis amigas y la verdad es que sí pienso que cualquiera que nos vea nunca se fijará en mí por lógica.
Ellas son altas, siempre van muy arregladas, muy pintadas, se pasan todas las semanas por la peluquería y se preocupan mucho por su aspecto.
Yo en eso soy un desastre. No me pinto, no me arreglo, intento ir cómoda con mis vaqueros y mis jerseys y cuando puedo permitirme un capricho siempre peco de lo mismo, acabo con algún libro entre las manos en vez de comprarme cualquier cosa que pudiera servir para estar un poco mejor fisicamente.
Y tal vez ahora sí me planteo que puede que ese sea mi fallo.
Siempre he pensado que el físico no era lo más importante; que la gente vale por su forma de ser, por su forma de actuar,por aquello que es capaz de ofrecer ; y tal vez para los demás no sea así.
A lo mejor para muchos lo importante es lo de fuera, el envoltorio, unas buenas piernas, un buén traje, una cara bonita, incluso esa forma de andar que te da un toque femenino.
Supongo que ante todo eso yo no puedo competir, ni a estas alturas voy a intentarlo, pero creo que voy descubriendo porqué yo no tengo suerte en ciertos aspectos de mi vida: no soy el prototipo de mujer que los hombres buscan, soy una mujer demasiado madraza, demasiado apegada a mis hijas, a mi casa, a mi forma de ver las cosas, y con una mentalidad antigua para lo que se lleva ahora.
No voy a decir que me gustaría cambiar, porque mentiría, aunque algunas veces lo pienso, pienso que pasaría si me arreglara más, si me pusiera tacones o un pantalón de vestir ajustado, si me pintara un poco y me arreglara el pelo, pero al final, aunque eso sea lo que se lleva o lo que a los demás los gusta, tampoco lo haría.
Y no lo haría porque dejaría de ser yo, y yo soy rara pero soy así, aunque eso me cueste el que nadie se fije en mí o el seguir sola.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anda ya... que te vas a haber equivocado. Laura, tú cómo quieres ser? Si quieres poner tacones, póntelos, pero no cambies cómo eres. Y hombres habrá de todo, imagino de los que les gusten bien maquilladas y perfectas a los que les guste más una sonrisa y belleza natural.

Que una persona se cuide está muy bien, mientras no sea en extremo, llegando a un hedonismo. Pero un poquito no esta mal, creo. También deja ver que nos queremos a nosotros mismos.

Personalmente nunca voy extremadamente arreglada, ni demasiado a la pelu, déjalo en un par de veces al año, es decir más bien nada. Pero si me maquillo un poco por las mañanas, sinceramente se me ve mejor, reconozco que es un poquito de esos muy naturales que sacan lo mejor de ti y cuando me veo con ropa favorecedora, que no quiere decir que sea una minifalda me siento mejor. Lo mismo me pasa cuando pierdo algun quilo por el camino, me veo mejor, me ven mejor y me siento mejor. Pero si eso es lo único que nos preocupa y hace que dejemos de ser como somos, lo llevamos claro.

Ayer veía un reportaje en Telemadrid, salía la política Rosa Díez y pensaba es una persona inteligente y además va siempre bien sin caer en estridencias, lo justo para su edad y compostura y rezuma estilo propio. Ese creo que es el quid, tener estilo propio y autoestima sin hacerlo depender de usar esta u otra marca o vestir de una u otra forma pero si de preocuparse lo justo para snetirnos bien y una parte de ese sentimiento de estar a gusto con nosotros mismos, nos lo da ese cuidarnos para nosotros.

Además eres bien guapa!

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