Gestos

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña......
No sé si el refrán es exactamente así, pero eso es lo que deben pensar algunos de mis amigos cada vez que vienen a verme.
Hoy a venido uno de ellos a verme al trabajo. Ha venido a última hora porque el también sale tarde de trabajar y ya se ha quedado conmigo hasta que he cerrado.
Lo que no sé es si vienen a verme o solo a regañarme, porque este me regaña y además lo hace en serio, aunque sean broncas con cariño.
La cuestión es que cuando he cerrado nos hemos quedado un poco hablando en la calle.
Al lado de mi trabajo hay un parque y nos hemos sentado un rato.
Hoy no se veian las estrellas, supongo que habría nubes aunque de noche no se ven, pero como dice Jesús aunque no las veamos las estrellas están, así que me ha dicho que ibamos a pedir un deseo.
Cualquiera que se imagine a dos personas adultas sentadas en un parque pidiendo deseos pensará que estamos completamente idiotas o completamente idos. Aquí voy a sacar una lanza a su favor porque en todo caso la idiota o la completamente ida sería yo que soy la que suele hacer esas cosas, ellos solo las hacen porque saben que a mí me gustan, igual que me leen el horóscopo y se inventan la mitad diciendome lo bien que va a ir todo o me leen las lineas de la mano aunque no tengan ni idea.
Pero es que a mí me gustan esas cosas, y aunque no me las crea mucho las hago siempre por si acaso, por si alguna vez cuela.
Tengo otra amiga que me da formulas para que te venga el dinero, para encontrar el amor, para olvidarte de alguién, etc...aunque estoy segura que la mayoría o se las inventa o las saca de alguna revista de cotilleos, pero en fín.
La cuestión es que aunque sea una soberbia estupidez hacemos esas cosas; yo porque me gusta hacerlas y ellos imagino que porque saben que me gusta hacerlas a mí.
Nosotros dos al final hoy no hemos pedido ningún deseo. Nos hemos quedado hablando y luego me ha acompañado un poco porque tenía que ir a por las niñas, y tambié me ha prometido que el dia de nochevieja se vendrá a buscarme al trabajo con una botella de champán para que nos la tomemos con mi compañera.
Y estoy segura de que venir vendrá aunque a mí no me gusta el champán.
Pero será otro de sus gestos.Vendrá solamente por estar un rato con nosotras, por charlar un poco y por hacerme un poco de compañía, bueno y de paso para beberse el champán que a él si le gusta.
De todas formas aunque no hayamos pedido ningún deseo esta noche yo sí voy a pedirlo.
Pero tengo que hacerlo cuando acabe el año, a las doce en punto, con una de esas fórmulas que me da mi amiga y que aunque seguramente no funcionan yo utilizo por si acaso, por si cuela o por si alguna vez aunque sea por pura potra mi deseo se cumple.
Y puede que no se cumplan, pero a base de pedir deseos y de hacer alguna que otra tontería yo ya he conseguido algo; he conseguido que otras personas adultas y "normales" también acaben haciendolo.
Y como dice Jesús.....eso es que tengo unos amigos muy idiotas que me hacen mucho caso, pero que haber que van ha hacer, que si no me hacen caso lo mismo me cabreo o me pongo llorona y eso es peor todavía.
Son buena gente todos. Buena, maravillosa y un poco chalada gente, pero muy especiales.