Hoy me tocaba.
Suelo ir muchos viernes. Supongo que al principio por obligación, pero hoy reconozco que me gusta ir, que me ayuda y que hablar es una buena válvula de escape.
Además me gusta mi médico, me da una confianza enorme porque me conoce bién.
Ella fué la que me ayudo cuando me separé. La que me enseñó que yo valia algo, que no era esa mierda de persona en la que me habian querido convertir durante 14 años, esa inutil que solo servía para limpiar y parir hijos pero que no valia nada como persona.
Ella estuvo conmigo cuando las cosas estaban peor y la que me escuchó cuando creí que la vida al fin me sonreía.
La verdad es que hoy sigo una terapia muy sencilla, teniendo en cuenta que no necesito medicación ninguna y que hace tiempo que aprendí a intentar salir por mi misma.
Por eso cuando le comenté lo del blog me dijo que le parecía bién, que era parecido a lo que hago con ella pero un poco más extenso.
Porque con ella simplemente hablo. Bueno, y me obliga a llevarle apuntado en un cuaderno lo que pienso cada dia, lo que hago y lo que no hago, y los motivos por los que actuo de una u otra manera.
Por eso imagino que hoy tenía que haber dos preguntas obligadas en nuestra charla:
La primera que ha pasado; que ha ocurrido esta semana que ha hecho que haya dado un paso atrás cuando ya lo tenía todo tan controlado, cuando ultimamente me encontraba tan bién.
Aunque supongo que no tiene porque ser una cosa concreta, pero creo que si lo fué, fué un comentario que hizo mi hija pequeña, fué algo que preguntó y que no supe contestarla.
La segunda...tal vez sea la más dificil de contestar.
Porque ella sabe que las cosas no han sido fáciles, que el camino ha sido duro, y sabe lo que quiero, lo que me gustaría conseguir.
Pero la cuestión no es lo que quiero. Como me ha dicho ella la cuestión es si de verdad estoy preparada para conseguirlo.
¿Desaparecerian los problemas?.....seguramente no.
Aunque es indudable que es más facil enfrentarte a ellos si tienes alguién que te apoye que si tienes que hacerlo sola.
Pero si apareciera una persona dispuesta a apoyarme, a estar conmigo, a compartir conmigo cada momento.
¿Podría yo corresponderla?
Supongo que yo viví en el infierno, salí de el, y después de un tiempo encontré el cielo en unos ojos, en una persona que con todas sus virtudes y sus defectos era lo más importante de mi vida junto con mis hijas.
Pero por desgracia se fué.
Me lo quitaron y con él me quitaron mi tiempo, mis ilusiones y mi vida.
Y supongo que ella tiene razón en algo.
Si apareciera otra persona....¿estaría yo realmente preparada?
¿Estoy lo suficientemente bién como para aceptar que nunca va a volver? ¿Que por mucho que yo lo desee existen partidas que no tienen regreso? ¿Que algunas veces Dios, o la vida,o quién mande en esto, nos quita a las personas aunque no entendamos sus motivos y es imposible su vuelta?
Ella me decia hoy algo importante. Para empezar de nuevo tengo que aprender primero a dejar atrás el pasado.
Nunca a olvidar, porque no tengo porque hacerlo, pero sí a asumir que no está, que no va a volver.
Y tengo que preguntarme que es lo que busco realmente. Una persona a mi lado o a él a mi lado.
Supongo que tiene razón.
Realmente busco a alguién que me quiera, que me escucho, alguién especial en mi vida....
O sigo buscandole a él en cada persona, en cada gesto que otros hacen, en cada cara que veo.
Supongo que estos son mis deberes para esta semana.
Pensar....pensar si puedo empezar de nuevo.
Pensar si de verdad tengo el valor para reconocer al fin que no va a volver.
Pensar si he mejorado lo suficiente como para seguir adelante sabiendo que nunca volveré a verle reirse, ni hacer el tonto, y que nunca más me cojerá de la mano ni se cabreará conmigo por cualquier tonteria.
Supongo que como hoy me dijo Teresa....para seguir hacia adelante primero tengo que mirar hacia atrás y descubrir si realmente he sido capaz de asumir ese pasado, y cuando sepa si soy capaz de asumirlo, entonces, podré seguir adelante y todo será más facil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario