sábado, 20 de octubre de 2007

fusionados

Me encontré de repente tumbada sobre la fria piedra de aquel banco.
Podia sentir el sonido de su aliento que golpeaba mi cuello suavemente, mientras sus manos ascendian por mis muslos recorriendolos suavemente y empezando a descubrir el secreto que escondian al final de sus pliegues.
Colocó una de sus piernas entre las mias y con cuidado fue separandolas mientras sus labios reposaban en mi escote y bajaban regalandome la dulzura del calor de su deseo.
Le sentía fuerte, ansioso, impaciente...pero al mismo tiempo debil, tranquilo.
Como aquel que disfruta de cada instante, de cada sensación, sin prisa por encontrar el premio a sus fantasias.
El calor de su lengua hizo temblar mi pecho recorrido por una pequeña descarga,mientras con su mano empezaba a dibujar un corazón entre mis piernas.
Y de repente, con inmensa ternura, se dejo arrastrar dentro de mí y nos fusionamos en un solo ser sacudido por una catarata de fuerza que nos golpeaba furiosamente.

Que pena que fué un sueño......pero que hermoso sueño

Y en ese sueño veía su rostro y sentía que tal vez, no era un sueño, era una profecia.

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