Me la encontré una tarde
y al mirarla
me enamoré de ella,
de sus ojillos verdes
de su pelo
color gris y canela,
porque era una bolita
silenciosa,
porque era tan pequeña,
indefensa dormía sobre el suelo
sin que nadie la viera.
Me la llevé a mi casa
y una cuna
le hicimos entre telas,
curamos sus heridas
y velamos
sus miedos y tristezas,
mirando su cabeza
chiquitita
su cuerpo de muñeca,
felices al saber que aquella aurora
pasaba a ser ya nuestra.
Han pasado los años
y mi gata
es de casa la dueña,
mis hijas que la adoran
siempre dicen
lo hermoso que es tenerla,
y ella sigue tus pasos
se acurruca,
te mira y ronronea,
porque sabe que tiene
una familia
que la quiere de veras.
"Mi gata realmente apareció ahorcada en un poste en un camino cuando apenas tenía un mes de vida. Fué un milagro que pudieramos salvarla, pero fué nuestro milagro, y hoy, siete años después, puedo decir que lo mejor que pudo pasarnos fué encontrarla porque es el animal más bueno y cariñoso que existe. Para los que leais esto, muchos o pocos, solo pedir que nunca nadie dañe un animal ni consienta que se haga, porque pueden dar tanto amor, que se merecen por lo menos, recibir el mismo."
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