Entre los ángeles silba su canto
tu rostro bello, tu voz serena,
y tu mirada seca de olvidos
llena de aromas la fértil tierra.
Te fuiste un día dejando huellas
blancas de espuma y olor sincero,
flotaste tierna sobre los campos
y te fundiste con el silencio.
Es el recuerdo de tu presencia
la blanca guía de mi infinito,
tu voz se escucha cuando no hablas
gritando al aire que no te has ido.
Y allá a lo lejos, sobre la aurora,
sigue llegando la calma plena
que solo madre, con la distancia,
puede llenarse desde tu ausencia.
Esta la noche llorando sola
porque le falta lo que llevaste,
y yo me quedo quieta en tus brazos,
en los que un día me cobijaste.
Se que no puedo besar tu rostro,
ni acariciarte ya en la mañana,
pero te siento, cerca y sencilla,
como se siente lo que se ama.
Y el alma vuela como gaviota
sobre ese cielo que te cobija,
donde tu esperas, donde te fundes
igual que el canto junto a la brisa.
Ángel de noche que te marchaste
cuando los sueños se despertaban,
nunca te olvides que entre mis versos
quedan tus huellas desesperadas.
Amor eterno que no se muere
y al no morirse no ha de olvidarte,
donde te encuentres quiero que sepas
que estas conmigo,
por siempre, madre.
2 comentarios:
Me parece espectacular,
lleno de hermosas palabras/sentimientos que llenan de música la composición.
saludos.
Muchas gracias. No siempre podemos expresar lo que sentimos, pero algunas veces las palabras escapan solas y creo que viven su propía vida.
Un saludo para tí también.
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