En un mundo infinito de sabores
tu me sabes a fresa,
al sabor dulce de la fruta madura
y el olor a gardenias,
al color de los campos en verano,
me sabes a ciruelas,
al sol saliendo dorado en la mañana,
a brisa y primavera.
En un mundo infinito de colores
tu te vuelves paleta,
arcoiris de verdes y amarillos
sobre la blanca tierra,
con ese sabor triste de melaza
de raices y arena,
en un mundo infinito de sabores
mi boca en tí se llena.
Y recorro tu piel muy lentamente,
dibujo con mi lengua
figuras pequeñitas en tus labios
con esencia de esperas.
Y busco en el sabor de tus rincones
de menta y hierbabuena,
la sal de tu sudor, y entre tu aliento
azucar y canela.
En un mundo infinito de sabores
eres tu quien me llena,
tu que lo tienes todo, tu que sabes
a vainilla y a esencia,
a la mañana fresca y el rocío,
al agua y a la fiesta,
en un mundo infinito de sabores
eres tu, siempre eterna.
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