jueves, 29 de diciembre de 2016

A VECES

Como el agua tíbia que corre despacio
a veces se marcha callado el silencio,
podemos mirarnos y aún sabiendo todo
no nos damos cuenta que poco sabemos.
Tus dudas guardadas en una distancia,
mis dudas volando más allá del tiempo,
y solo unos ojos que cuando se cruzan
nos gritan infames que poco sabemos.
Es esto la aurora que nunca amanece,
el barco que encalla al sol del desierto,
la mano que mece la cuna vacía,
la gruta que esconde tesoros inmensos.
Y en medio de nada se pasan las horas,
los días se agotan enfermos y ajenos,
no nos decidimos y mueren motivos
para darnos cuenta que poco sabemos.
¿tanto cuesta el paso que debe de andarse
si llegar a meta es nuestro deseo?
borramos las huellas, según caminamos
no sea que a otros sin querer guiemos.
Pasa el tiempo, vida, y sigue callado
de nuestras palabras el mudo silencio,
mientras nos perdemos queriendo encontrarnos
no nos damos cuenta que poco sabemos,
somos dos cobardes que van al abismo
por miedo a algún día poder comprendernos.

No hay comentarios:

Datos personales

Seguidores