
que atrapa mis entrañas en tu vientre,
eléctrica pasión de amor y dicha
atada por el fuego a tu corriente.
Caricia que se entrega sin promesas
en noches dibujadas en tu frente,
tu pelo alborotado y el suspiro
preludio de un encuentro en tu rompiente.
Amor así, sin prisas ni barreras,
amor desnudo, eterno, amor hiriente,
de sangre que se agolpa y se derrama
en besos con paradas en caliente.
Rómpeme al fín, encalla en mis silencios,
derrámate despacio en mis paredes,
dibujando tu dedo corazones
dormidos en el fondo de mis sienes.
Y esta fusión será de lo imposible
el hijo que se anhela y nunca viene,
la libertad plagada de arrogancia,
el velo con que cubres tus desdenes.
Carne de tí, de mí, carne fundida
amada hasta los límites más fuertes,
una pasión que empieza en la mañana
y en medio de la noche estalla y muere.
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