SAMUEL

Ese verso que nunca
escribirá mi historia,
esa historia que nunca
escribirá mi verso,
se quedaran durmiendo
en medio de la nada,
igual que queda el día
durmiéndose en el sueño.

Tal vez podrás pedirme
que deje de soñarte,
tal vez podrás pedirme
que meza mi silencio,
pero no, que te olvide,
que no es dueño del alma
ni aquel que la ha atrapado,
ni aquel que cayó preso.

Se pasarán los años
tiñendo de vacio
la vida, que fué vida
a costa de tu encuentro,
y no habrá de borrarse
tu nombre de mi mente,
tu rostro de mi sombra,
ni el sol de tu recuerdo.

Ese verso ha llorado
como lloran los niños,
sabiendo que era solo
de un adios, mensajero,
pero allá donde vaya
te llevará grabado,
pues tu eres el poema
del que es exclavo eterno.

Y cuando llegue el tiempo
en que deba marcharse,
cuando el reloj se agote,
cuando muera el momento,
se irá gritando al mundo
que te amó y fué dichoso,
y aúnque tu no le amaste
partirá sonriendo,
pues llevará en sus notas
el sentimiento puro,
de haber amado mucho
y ser de amor, reflejo
.