No pudimos por más que lo intentamosencontrarnos, ausencia,
yo extendía los brazos y mis brazos
encontraban el frío,
tu luchabas con todos tus demonios
y entre tanta inocencia
no pudimos siquiera adivinarnos
por más que lo quisimos.
Tu eras barco navegando en el tiempo,
tormenta en la tormenta,
rescoldo de algún fuego ya apagado
regado en el rocio,
yo era viento volando sobre el aire
detrás de una cometa,
refugio de ese monstruo que se adueña
de un cuento fugitivo.
No pudimos por más que lo intentamos
encontrarnos, ausencia,
yo buscando tu cuerpo en la mañana
y tu en la noche, el mío,
fué más fuerte que todos los deseos
maldita indiferencia,
no pudimos saber que nos amabamos
o tal vez no quisimos.
Hoy yo vago caminos del infierno
plagados de promesas,
simas anchas que atrapan inconscientes
esos sueños tan íntimos,
y tu sigues tu marcha por la vida
buscando la respuesta
a si aquello que pudo ser entonces
tal vez debió haber sido.
¿Olvidarnos?...puede ser que algún día
logremos esa meta,
tu otros brazos tendrás que te consuelen,
yo algún amor furtivo,
y en el fondo palpitará el recuerdo
latiendo agonizante,
porque nunca por mucho que intentemos
nos llegará el olvido.
Reconoce que idiotas en el mundo
se encuentran a puñados,
que nosotros batimos ese record,
perdedores indignos,
moriremos sabiendo que en el fondo
fuimos los dos al tiempo
dos imbeciles que nunca se encontraron
aún habiendo podido.

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