tupida, de la hierba,
en la nieve dormida en el encuentro
se ha quedado tu huella.
Esa huella divina que me embarga,
me asfíxia, me embelesa,
esa huella que guía mi camino
y hacia tí, mi alma lleva.
En la nieve cuajada de esperanzas,
de anheladas promesas,
se ha quedado el reflejo adormecido
de una historia incompleta.
E impregnada en mis ojos permanece
la blancura imperfecta
de esa huella marcada por los años
sobre la blanca esencia.
En la nieve de noches de febrero
que esperan primaveras,
en la nieve cual novia que se casa
con la profunda tierra,
se ha quedado un trocito de tu pelo,
de tu mirada tierna,
se ha dormido tu imagen adorada,
se ha quedado, tu huella.
En la nieve que cubre la distancia
mi corazón te espera....
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