
se morirá la noche,
inertes en la tierra los recuerdos
empezarán a amar,
y lloverá pasado entre las aguas
de rios sin futuro,
mientras un beso tímido se escape
de su boca fugaz.
Aprenderá de nuevo entre los juncos
a ser un ave breve,
entregando al pecado en su pecado
su tibia candidez,
mientras miles de auroras se despierten
y prendidas de luces
le recuerden que un día fué el aroma
de un beso en desnudez.
Quedarán los silencios en silencio,
presagio de una muerte,
de una marchita rosa que encallada
golpea contra el mar,
y el susurro del viento en sus oidos
le traera las palabras
de versos de poetas olvidados
y estrofas sin rimar.
Y volverá de nuevo a ser el ángel,
la puta sin clientes,
el honor mancillado, lo perdido,
la mujer sin hogar,
mientras haya unas manos que la busquen
en medio de la nada
donde un beso olvidado traiga sueños
que nunca logrará.
¿Quién me regala un día con futuro,
un rostro sin pecado,
quién me regala un poco de cariño
que no haya que comprar?
quedaran los silencios en silencio.
los besos en la almohada
esperando a mañana para irse
y luego, regresar.
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