
en que la vida era solo vida,
sin problemas, sin causas, sin sinceros
sentimientos que ataran las mentiras.
Cuando todo era dulce, cuando el tiempo,
no tenía relojes ni salidas,
no había obligaciones ni palabras
que debiera ocultarte aunque debía.
Entonces era todo solo un juego,
un instante por siempre, una mentira,
las caricias podian olvidarse,
y los sueños no tenían cabida.
Sinceramente sé que te amé entonces,
igual que se que hoy ya no podría,
el amor era un paso que sin huella
podía revocarse si querías.
Me dejastes tu fruto en mis entrañas,
que hoy en ese recuerdo difumina
cualquier otro que pueda regalarte
porque de tí no queda ya cabida.
Si tuve que elegir, elegí esto,
la soledad, silencio, la alegría
de saberme la dueña de mis pasos,
de saberme la dueña de mi vida.
Sinceramente sé que fuiste el dueño
de la juventud loca, de la huida,
hoy que la vida tiene obligaciones
ya no quedan espacios en que vivas.
Sinceramente sé que si fué entonces
fué porque ahora nada aportarías,
prefiero los silencios del momento
que aquellas ya fingidas, negras, risas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario