INVENTOS DE LA RIQUEZA

Inventamos los sueños imposibles
una noche de invierno,
cuando el cielo de luto derrochaba
fantasía en la piel,
e inventamos verdades sin palabras
bajo el fuego apagado,
de una casa ya vieja y olvidada
en un rincón oscuro del ayer.
No nos hacian falta para amarnos
ni lujos ni caprichos,
ni verdes primaveras, ni ventanas
de luz para mirar,
no queriamos cosas que dijeran
que tener era el todo,
tan solo era precisa una presencia
y aire que respirar.
Inventamos la vida bajo el chopo
solitario del parque,
con la música lenta de los bosques
cantando alrededor,
y quisimos tenernos uno al otro
como único deseo,
convirtiendo el aliento del amado
en la más adorada posesión.
Inventamos los sueños de la mano,
saciados de deseo,
nos hicimos promesas que la vida
tal vez nos derrumbó,
pero existio un momento en nuestra historia
en que ambos fuimos ricos,
porque tuvimos la bendita dicha
de encontrar el amor.