ESCRITO AYER

Simplemente por ser solo una parte
de la infinita gama de la tierra,
de los sentidos muertos, de las notas
que perfuman el aire con su esencia.
Simplemente por ser solo un momento,
que momento es al fín, de la existencia,
el impulso de vida que en sus manos
se apaga y como el llanto, se despierta.
Simplemente ganó cada suspiro
que deshojó la luz en su cabeza,
y esos gramos de amor y de esperanza
que su madre, paciente, ayer le diera.
Obtuvo el premio límpio a la partida
de una canción nacida de un poeta,
y amaneceres rojos, y mañanas
orgullosas del ser que las pariera.
Simplemente por ser como las aguas
que escapando del río, a la mar besan,
disfrazada de espuma y en sus ondas
prisionera del cielo y las estrellas.
Se quedó una mañana entre los campos,
de la nieve, el fulgor gris de la tierra,
se quedó adormecida y al mirarla
en mi vientre quedó prendida y muerta.
Muerta en ese silencio que desprende
la soledad, las horas, las quimeras,
azul entre lo azul y siempre verde
juventud marchitada, vejez fresca.
Simplemente por ser dama de noche
y dibujar sonrisas en sus trenzas
descubrió que al amor todos lo amaban,
con un amor fugaz, de compra y venta.