
Payasos de colores,
de negros y de blancos,
de globos, de sonrisas,
de niños y de ancianos.
Payasos sin fronteras,
con sus grandes zapatos,
estupidos y listos,
escondidos y sabios.
Los miras y recuerdas
tu niñez, esos ratos,
de olor a caramelo,
de nervios,de caballos.
Y entre miles de risas
de guiños,de espectáculo,
!que triste es tras los focos
su soledad sin amos¡
Sonrie que la noche
echa el telón al canto,
a la luz y a la fiesta
a lo bueno y lo malo,
!que solo que se queda
en la noche el payaso¡
1 comentario:
Que bonito. Aunque siga siendo una niña, en cierto modo hecho de menos cuando era todavía más pequeña, cuando el mayor de los problemas era que por la tarde lloviera y no pudiera salir a jugar al parque.
A veces me entran ganas de no crecer nunca y otras de crecer demasiado deprisa, típico de la adolescencia je je.
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