miércoles, 16 de septiembre de 2009


Payasos de colores,
de negros y de blancos,
de globos, de sonrisas,
de niños y de ancianos.
Payasos sin fronteras,
con sus grandes zapatos,
estupidos y listos,
escondidos y sabios.
Los miras y recuerdas
tu niñez, esos ratos,
de olor a caramelo,
de nervios,de caballos.
Y entre miles de risas
de guiños,de espectáculo,
!que triste es tras los focos
su soledad sin amos¡
Sonrie que la noche
echa el telón al canto,
a la luz y a la fiesta
a lo bueno y lo malo,
!que solo que se queda
en la noche el payaso¡

1 comentario:

Criatura Onírica dijo...

Que bonito. Aunque siga siendo una niña, en cierto modo hecho de menos cuando era todavía más pequeña, cuando el mayor de los problemas era que por la tarde lloviera y no pudiera salir a jugar al parque.
A veces me entran ganas de no crecer nunca y otras de crecer demasiado deprisa, típico de la adolescencia je je.

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