
Dejastes la maleta
una lágrima...leve,
no hay momento
de pedir ni de ruegos,
de pensar en ayer,
el futuro te espera
con su traje de sombras
y su risa fingida,
soltastes tu equipaje,
¡cuanto peso
oprimiendo tus hombros!
demasiado quizas
para quién se hace viejo.
La ventana...la miras,
fuera te espera el cielo,
o el infierno,
¡quién sabe!
ya no quedan historias
que contar a los muertos,
ni amigos que compartan
tus noches excesivas.
Soledad, entre muros
de momentos vividos,
exprimistes las horas
en vagos desenlaces
y ahora te queda nada.
Tu cuerpo liberado,
la maleta en vacio,
esa maleta llena
de ruidos y deseos
que dejas colocada
en el rincón del tiempo.
Puede ser que mañana
regresen primaveras,
pero cuanto nos pesa
hoy el dolor del tiempo.
2 comentarios:
Ese texto me ha recordado a como quería que fuera mi futuro de pequeña, no me gustaba nada madrid y quería marcharme a conocer todo el mundo, lugares en los que sólo encontrára naturaleza. Pero ahora he cambiado de idea, me conformo con mirar las montañas desde la ventana de mi casa de Candeleda y soñar por un momento que vivo allí.
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