jueves, 10 de julio de 2008

Te he visto pasar,
de lejos,
has mirado un momento de reojo
y has seguido tu camino.
No se porqué
pero tengo la extraña sensación
de que existen sentimientos encontrados.
Algunas veces me hablas,
me acaricias disimuladamente,
y otras veces te apartas,
huyes de mí como un animalillo asustado
temiendo la trampa de un cazador.
Creo que en el fondo
te gustaría acercarte tanto como a mí,
pero la propia vida
impone una barrera entre nosotros.
Una barrera de circunstancias
que pesan más que los propios sentimientos.
Y yo soy demasiado cobarde....
demasiado cobarde para dar el primer paso,
para preguntarte que es lo que sientes
cuando me doy la vuelta
y te sorprendo mirándome
casi a hurtadillas
por encima de la cabeza de los demás.
Al final todo será como siempre,
y esto quedará en nada.
Tu desaparecerás como por encanto
y a los dos nos quedará ese gusto amargo en la boca
de preguntarnos lo que pudo haber sido
y nunca fue.
Y seguramente durante mucho tiempo
los dos lamentaremos las ocasiones perdidas,
pero aún sabiéndolo
dejaremos que pasen a nuestro lado
sin atrevernos siquiera a rozarlas,
porque somos así
porque sabemos que a veces los deseos
son simplemente sueños imposibles.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Noooooooooooooooo.
No me hagas caso Laura. Te habla una romántica empedernida. Pero no dejes pasar la vida, lánzate a la piscina. Qué puede pasar? Quizás te sorprenda?
Ya sea negativa o positiva la respuesta tendrás una historia que contar a tus nietos en el futuro.

Pues, eso...

Un beso.

Datos personales

Seguidores