Tal vez sea un pequeño milagro,
un sentimiento que vuela
recorriendo mi espalda lentamente
y va a posarse sobre mi alma
como una leve promesa futura.
Tal vez sea simplemente el sonido,
ese sonido que llega tan lejos
como no ha llegado nada
y de repente se convierte
en una palabra dedicada por alguién desconocido.
Tal vez sea simplemente una imagen
reflejada una y otra vez en la pantalla del ordenador
con su hermosa sonrisa
y su mirada ajena y prohibida.
Pero en su boca todo se hace real
aunque no lo sea,
y traspasa mi imaginación
haciéndome sentir una caricia
sin manos ni contacto,
en su boca cada letra es un poema
inventado por mí
y dibujado en el rostro que sueño.
Un amor imposible que no existe
pero que yo creo cada día
cuando me siento a escucharle.
Porque en él, en Arjona,
en cada una de sus letras,
vuela un sueño de muchos
y una ilusión diminuta y callada.
1 comentario:
y regresamos al futuro con la esperanza de confirmar nuestras mejores ilusiones, de comprobarlas!
las caricias que están por venir
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