Pintó de amor sus lábios y en el lienzo
de su lecho dibujó su sonrisa,
grabó a fuego en su vientre
la divina regla de la pasión,
lleno de aroma a sentimientos
cada rincón de ella
y en noches de suspiros le juraba
ser siempre un solo yo.
Más el amor que tiende a ser cobarde
veleta y embustero
cuando acaba el momento en el que el fuego
prendé hasta el interior
se fué apagando lento mientras iba
llevado por la brisa
a prender sus promesas y sus noches
en otro corazón
Ella quedó llorando cuando un dia
encontró que en su cama
un vacio tan frio como el hielo
cubría cada rastro de pasión
y él se fué derritiendo entre otros brazos
antes desconocidos
mientras soñaba lejos esos ojos
que tanto y tanto amó
y al volver una noche suplicante
buscando el vientre amado
el calor de los brazos que sabian
recorrerle perfectos, y el perdón
unos labios cansados sonreian
detrás de la ventana
implorando su vuelta a las estrellas
y gritándole a Dios
y él se quiso morir mientras soñaba
que volaba muy lejos nuevamente
con el ángel que un dia despreció
1 comentario:
qué bonito
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