Hoy cuando iba a dejar a mis hijas al colegio se nos ha acercado una chica joven y nos a pedido algo de dinero porque no tenía para el billete del tren.
Tanto mi amiga Y. como yo le hemos dicho que no teníamos nada, y entonces su reacción ha sido ponerse a insultarnos igual, igual , que si estuviera poseida por Satanás, haciendo gestos y moviéndose nerviosa detrás nuestro.
Yo me he quedado un poco alucinada (y no quiero parecer insensible), pero no entiendo ni sus reacciones, ni tampoco que una chica joven, aparentemente sana y que seguramente no tiene ningún problema para trabajar, prefiera estar en la calle pidiendo dinero para ganarse la vida.
Tal vez la economía en este país no esté para tirar cohetes, de echo somos muchos los que no llegamos a fín de mes, pero nos buscamos un trabajo, sea el que sea, y vivimos de nuestro sueldo, sabiendo que tenemos unas limitaciones, que hay cosas que no podemos comprar o hacer, pero sin molestar a nadie.
Y en muchos casos trabajando en cosas que no tienen que ver con aquello que hemos estudiado, pero cuando uno tiene responsabilidades, sabe que debe afrontarlas, y que si tienes que trabajar un montón de tiempo por un sueldo pequeño, eso es mejor que no hacer nada.
Mi amiga me comentaba que hay gente que pidiendo saca más dinero que nosotros trabajando y encima límpio, porque ellos no pagan impuestos ni pagan nada.
A mí lo de esta chica me ha cabreado, pero más por su reacción que por otra cosa, porque parece que para ellos es obligatorio que tengamos que darles dinero porque sí, aunque me cabrea más cuando se te acerca alguno con un cartel en el que pone que es mudo, y si no les das nada se les suelta la lengua que si no fuera porque sabemos que no lo son ,cualquiera diria que vamos por ahí haciendo milagros continuamente.
El colmo tal vez esté en los que te enseñan la foto de un pobre niño y te dicen que firmes y les des una ayuda porque tienen que operarle de no se que, la operación es muy cara y no tienen medios. Pero mira por donde que un poco más adelante te encuentras a otro con la misma historia y con la foto de otro niño, y si sigues andando resulta que en una misma familia hay un montón de niños a los que operar, todos con unas caras preciosas, pero que te recuerdan a los de los anuncios de los periódicos o de las tiendas de ropa para crios.
Esta chica no tenía dinero para el tren ( y le dejo un resquicio para la duda porque no voy a decir al cién por cién que no sea cierto), pues mañana es el cumpleaños de mi hija pequeña y yo no he podido comprarle un regalo, porque entre las facturas y demás a mí se me ha ido ya el sueldo.
Tal vez debería plantearme yo también el pedirle a todo el que vea por la calle, y si no me dan ni un euro dedicarme a echarles males de ojo hasta que consiga dinero suficiente para todo lo que a mí me dé la gana, en lugar de irme a trabajar ,como voy ha hacer, sabiendo que a final de mes voy a cobrar una miseria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario