Hoy es temprano.
La verdad es que estos dias estoy un poco cansada,supongo que debido a todo lo que está ocurriendo.
Pero hoy quería hablar de alguién.
Es la compañera de habitación de mi madre.
La mujercita está sola, así que sin quererlo,poco a poco hemos ido haciendo una pequeña amistad con ella.
Es curioso, como gente a la que no conoces de nada, de pronto,por compartir con ella dias de hospital,acaban siendo personas que parece que conoces hace tiempo.
Yo no la he visto mucho, pero los pocos ratos que he pasado allí hemos hablado bastante.
Y me he dado cuenta de lo mucho que la pesa el no tener a nadie.
Bueno, eso nos lo cuenta ella.
Nos dice que no es bueno estar solo, que nadie debería quedarse solo.
Seguramente,cuando eres joven no le das demasiada importancia,pero según te vas haciendo mayor te das cuenta de lo triste que es no tener a nadie que te acompañe, que esté a tu lado cuando lo necesitas.
Como ella. Esta triste porque no tiene a nadie con ella allí. Nosotros estamos pendientes, mi padre el que más, por si necesita algo, por si hay que llamar a las enfermeras,pero para ella es duro estar tantas horas sola,y ver como mi madre siempre tiene quién la acompañe.
Así que eso es lo que nos cuenta. Que es triste, triste llegar a convertirse en un anciano y vivir solo,que si te pones enfermo tengas que depender de gente que aunque tenga buena voluntad,no deja de ser gente desconocida, o de las enfermeras, que aunque se muestren siempre muy amables, están desbordadas de trabajo.
Ella echa de menos un poco de compañía.
Y yo escuchándola estos dias no he podido evitar pensar que a mí no me gustaría acabar así.
Convertirme en una persona mayor y verme como ella,sin nadie que esté conmigo.
Especialmente viendo a mi padre, que no se mueve del lado de mi madre, y que aunque no pueda hacer nada,con su simple presencia,hace que ella esté tranquila y se sienta mejor.
Bueno, hoy quería hablar de ella porque es una buena mujer, muy sola, algo triste, pero muy habladora y valiente.
Y porque esa mujer murió anoche.
Me llamó mi padre para decirmelo.
Y no puedo evitar sentir pena. Pena de que alguién pueda morir solo en un hospital,sin nadie que llore por él ni nadie que le eche de menos.
Desde aquí, allá donde se haya ido, espero que encuentre la compañía que no encontró durante todo este tiempo,y que sea feliz.
Yo sigo pensando, que efectivamente, como dice ella, es triste estar tan solo.
7 comentarios:
Tienes razón, cada día viven y mueren muchas personas en una soledad no elegida. No sólo ancianos, pero también niños, personas de todas las edades...Quizás por ello el mayor tesoro que una puede agradecer es ese, que a pesar de todo, los malos momentos, la enfermedad, siempre tiene uno alrededor gente que le quiere. Ese es mi tesoro y ese es también el tuyo, Laura. Y tienes que alegrarte de que en los últimos días de la vida de esa anciana, tú le regalaste unos minutos, unas horas de atención y compañía, al igual que tu padre y tu madre. Rompiste su condena a la soledad.
Un beso y feliz día...
Nosotros no hicimos nada,fué la casualidad de que la pusieran en la misma habitación que mi madre, simplemente.
Pero a mí me da pena, no puedo evitarlo.
Tengo un amigo que dice que debería aprender a no tomarmelo todo tan a pecho, y a no encariñarme tanto con la gente,y tal vez tenga razón.
Puede que así las cosas me fueran mejor.
De todas formas,en este caso, y viendola y escuchandola a ella,creo que en el fondo lo que tengo es un poco de miedo,porque no me gustaría acabar igual.
Supongo que estas cosas dan que pensar.
Un besazo.
¿está ya mejor tu niña?
espero que sí,mandalá un beso también a ella.
Hola Laura, gracias por el beso para mi niña que se llama como tú. Está mejor, recuperando la energía perdida! Pero al menos podemos dormir de un tirón durante la noche.
El miedo a la soledad o a la muerte en soledad es un concepto muy occidental. Culturas orientales llevan mejor ese tema porque en realidad el miedo está basado en una necesidad de estar con otros, de que otros nos ayuden a superar nuestros miedos, nos confirmen la realidad. No sabemos hacerlo solos y a veces, como no invertimos en cultivar el conocimiento propio, es decir, de conocernos bien a nosotros mismos, la soledad es el miedo a estar a solas con uno mismo, y descubrir tus temores verdaderos y tus faltas, porque no hay nadie más para desviarte de la realidad que tú estás percibiendo. No sé si me explico, pero ayer en la tele ponían un reportaje increíble de un señor inglés que se fué al desierto al monasterio de San Antonio porque quería vivir como él en la montaña para enfrentarse con sus demonios. El viajero quería experimentar durante tres semanas esa vida de pura soledad y meditación. El ermitaño del convento, que vivía en una de las cuevas desde hacía muchos años le dijo que no iba a ser tarea fácil. El viajero le dijo que lo entendía, que en un estado de meditación tal, en esa unión con Dios, era cuando se producía también la lucha con el demonio porque éste quería distraer tu atención de la oración, y que así lo había entendido en sus lecturas y a través de otros extranjeros que habían vivido experiencias similares. El viejo ermitaño, le mira risueño y le cuenta la historia de un alemán que hacía poco había estado allí con la intención de experimentar lo mismo. Sólo resistió dos días, al segundo día subió corriendo a la otra cueva donde estaba el ermitaño pidiéndole que le sacara de allí. La razón que le dió fué: no puedo enfrentarme a esos demonios. Mientras el inglés asiente, el ermitaño le dice: "la realidad es que los demonios están ya dentro de vuestras cabezas, los habéis traido con vosotros y no están sólo aquí en las montañas. Lo que ocurre es que en medio de esta soledad, de este desierto, de la nada, todo se oye mejor, todo se hace más transparente, y la soledad os obliga a encontraros con una persona desconocida, con vosotros mismos, y esos demonios son parte de lo que sois".
Me pareció muy interesante y muy real. Debemos invertir más tiempo en conocernos mejor y saber enfrentarnos con nuestros demonios para poder saber qué cara tienen. El erminaño decía que el hombre occidental se empeñaba en acudir a terapias para que otro le descubriera sus demonios porque él no se atrevía por sí mismo. Y luego, una vez descubiertos, los había que someter y tratar y resistir. Qué equivocación!, decía el hombre, ellos, esos demonios, son parte de nosotros, y Dios decía que debíamos amarnos, cómo podemos entonces someter, resistir o intentar luchar a una parte de nosotros..? Y el inglés le dice, qué tenemos qué hacer entonces? "Aceptar, amigo mío, hay que saber aceptarnos, decir esta persona soy yo, acepto quien soy, acepto mis defectos y mis virtudes, porque componen quien soy y puedo usarlas para ser cada vez mejor. Cuando aceptamos quienes somos, la lucha desaparece y llega la paz interior y consecuentemente aceptamos también las consecuencias que nos rodean"..
Creo que tenemos miedo a morir a solas con los demonios que culturalmente hemos aprendido a luchar. Cuando uno tiene miedo a morir, lo mejor es leer las enseñanzas budistas sobre la muerte. Te quedas hasta más tranquilo...
Bueno, que me enrrollo...
Besos
Laura,
No tengo mucho tiempo. Espero que tu madre se vaya recuperando. No te preocupes por las medcinas, si te las han dado es porque este es un momento difícil para ti, pero mira estás haciendo cosas que ni pensabas.
Y esa señora tuvo la suerte de poder charlar contigo un ratillo. No te agobies, quizás tenga todo un sentido, de decirte, lucha, sigue adelante, que a todos nos queda poco ya veces dejamos que el tiempo se escurra entre nuestros dedos.
Te mando un montón de energía positiva y un gran beso.
Me imagino que todos tenemos demonios contra los que nos da miedo luchar,y que algunas veces nos es dificil aceptarnos como somos,pero creo que otras veces esos demonios no están en nosotros sino en las circunstancias que nos rodean,y lo dificil no es aceptarlas,que acabas haciendolo,sino buscar el porqué y no ser capaz de encontrarlo.
Son esas preguntas sin respuestas,ese intento de querer encontrarle una explicación a las cosas,y de ver como todo se derrumba a tu alrededor por más intentos que haces de mantenerlo en pie,lo que hace que muchas veces demos las batallas por perdidas o tengamos miedo a enfrentarnos a ellas.
No es fácil cuando tienes todo en contra,y más cuando no sabes realmente contra quién luchas.
¿Tus propios demonios,o quizas una fuerza que lucha contra tí?.
De todas formas a mí no me asusta la muerte,me asusta la soledad,y el pensar que cada dia que pasa por fuerza esa soledad se hace más grande, porque por lógica,la gente que te rodea,poco a poco va tomando su propio camino,y llegara un momento en que ese camino sea distinto al tuyo.
Un beso a las dos.
Las preguntas en sí ya son una forma de no aceptar. Creo que la aceptación tiene que ser total, sin dudas, sin preguntas, o a eso se refería el ermitaño del que hablaba. En occidente necesitamos buscar siempre respuestas a todas nuestras preguntas que no son pocas. Si algo va mal analizamos mil y una situaciones para averigual porqué va mal. Los orientales son fieles a su dicho de si algo no tiene solución para qué llorar y si la tiene para qué llorar.
Claro qeu es difícil cambiar miles de año de tradición filosófica y religiosa, y nuestra propia educación.
Todos seguimos caminos distintos que se cruzan en determinados momentos con otras personas con las que se produce un intercambio a veces de dolor, otras de amor, otras de beneficio material. Las personas entran y salen constantemente de nuestras vidas. Nunca podremos sentir auténtica soledad física a no ser que seas la última persona que habita el planeta. Aunque vivas sola, por ejemplo, puedes salir a la calle, ir al cine, apuntarte a un club, y siempre tendrás personas al lado con las que hablar, si es que a uno la vida le ha arrebatado a la familia y a os amigos...Sé que siempre se puede volver a empezar en ese campo. Cuando vine a Holanda a vivir no conocía a nadie y hoy estoy feliz de tener un grupo de verdaderas amigas a las que adoro porque me hacen sonreir.
Si te refieres a la soledad interior, claro, uno puede sentirse solo en una habitación con mil personas. Pero de ahí qeu el ermitaño repita que tenemos que aprender a conocernos a nosotros mismos, saber quienes somos con demonios incluidos y querernos. Cuando estás con alguien a quien quieres no puedes sentirte sola.
Y luego está la soledad en pareja. El ver que los hijos crecen, que nuestros amigos tienen sus parejas con las que viajan, hablan, viven, duermen, y nosotros no tenemos a nadie con quien al final del día compartir nuestros secretos, nuestras ilusiones. Pero tú Laura has tenido ese momento en tu vida, y aunque desgraciadamente se terminó, sabes que puedes volver a experimentarlo de nuevo. Si tu quisieras, podrías tener de nuevo una pareja, pero creo que ahora no puedes hacerlo todavía, porque no quieres, o no crees que pueda haber otra persona en este mundo como la que se fué. Y te diré que no, que tienes razón, que no la hay, porque todos somos únicos. Pero seguro que hay otra persona única y maravillosa con la que podrías compartir el resto de tu vida...Algún día estarás dispuesta y abriras esa puerta de tu corazón, y ya nunca estarás sola. ahora tienes que trabajar en quitar esos miedos...y ya sabes, el maestro sólo llega cuando el alumno está preparado...
Un besote,
Ojala yo tuviera esa seguridad que tu tienes en las cosas.
Pero creo que muchas veces lo que somos o lo que vivimos no lo elejimos nosotros, nos viene impuesto por la vida o las circunstancias que nos rodean.
Tal vez yo tengo demasiadas cosas con las que lidiar al mismo tiempo y eso es lo que me desborda,pero te aseguro que no es facil sacar adelante una casa, tres niñas,e intentar darles una vida digna cuando te faltan cosas necesarias, no fundamentales, pero sí necesarias.
Y tampoco es facil encontrar a nadie que acepte no a una persona, sino a cuatro,y más cuando si apenas tienes tiempo para tí, menos lo tienes para nadie.
Y desde luego te puedes apuntar a un club, o salir,o ir al cine, pero eso no es posible en todos los casos, por tres cosas principalmente: falta de tiempo, falta de dinero para invertirlo en las cosas que no sean las estrictamente necesarias para el dia a dia, y porque muchas veces tampoco tienes quien comparta eso contigo,y supongo que no es divertido salir a pasear o ir al cine y hacerlo sola.
La vida es complicada,pero supongo que como te decia no siempre mandamos nosotros, manda lo que nos rodea, y tal vez eso es lo que yo necesito aprender a aceptar.
Un besazo
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