Hubo una vez una niña que un dia decidió que quería ser mayor; quería crecer y conocer el mundo.Así que salió de su casa y empezó a caminar y caminar.....
Y mientras caminaba se encontró con un pequeño gnomo. El gnomo le preguntó:
_ ¿donde vas?
_ Quiero conocer el mundo
_ Pues yo puedo enseñartelo. Si vienes conmigo tendrás todo aquello que desees,viviras como una reina y el mundo entero vivirá solo para servirte.
Y la niña siguió al gnomo. Y el gnomo como había dicho le ofreció un mundo donde estaba todo lo que alguién podía imaginar, donde la niña solo tenía que desear algo para tenerlo.
Pero aquel mundo lleno de cosas era un mundo negro, un mundo donde hacía tanto calor que la niña apenas podía respirar y donde vivian muchos seres atrapados a los que se les daba todo aquello que querían excepto una cosa; la luz.
En aquel mundo no existía la luz.
Así que la niña decidió que aquel mundo lleno de cosas no le gustaba y dirigiendose a unos pajarillos que también vivian atrapados allí les pidió que la acompañaran porque quería salir pero no sabia hacerlo sola.
Dicho y hecho. La niña y los pájaros abandonaron aquel mundo negro y empezaron a caminar y caminar.....
De pronto un dia se encontraron con un duende que vivia encima de una nube.
_¿Donde vais?, les dijo el duende
_Queremos conocer el mundo
_Pues entonces venid conmigo. Yo os enseñaré un mundo donde todo es verde y el sol brilla siempre .
La niña y los pájaros siguieron al duende. Y efectivamente el duende les llevó a un lugar donde todo era verde y el sol no paraba de brillar.
En aquel lugar no había nada. Solo tenía tres cosas: la hierba para tumbarse, un lago donde poder beber el mejor agua y unos árboles cargados de la fruta más dulce que habían comido nunca.
Y en aquel mundo la niña y los pájaros jugaban y reían. El duende jugaba con ellos y les contaba hermosas historias sin parar.....
Pero un dia su voz se había apagado. Todos buscaron al duende pero no lo encontraron y se dieron cuenta que el duende se había ido. Les había regalado su mundo maravilloso, pero él ya no estaba.
Pasado un tiempo la niña y los pájaros se dieron cuenta que sin las historias del duende aquel mundo ya no era tan mágico. El agua ya no era tan fresca ni las frutas tan dulces y hasta el sol parecía haber perdido gran parte de su brillo.
Así que decidieron volver a empezar.... y caminaron y caminaron.
Y caminando llegaron a un lugar donde el camino se dividia en muchos otros caminos.
La niña se sentó en una piedra y miró hacia las estrellas.
_¿Que hacemos ahora? preguntarón los pájaros
_Nada,dijo la niña....solo esperar
_¿Esperar? ¿Esperar a qué? volvieron a preguntar los pájaros
_No lo sé......
Y la niña y los pájaros se quedarón sentados, esperando y contemplando pasar las estrellas sobre sus cabezas.
Y cuando los viajeros se acercan hoy por aquel lugar,dicen que sobre una piedra descansa una niña con tres pájaros dormidos en su regazo, que sonrie y espera....solamente espera.
2 comentarios:
Es una historia bonita y triste.
Quizás sea hora de que esa niña empiece a caminar. Quizás sea hora de empezar a caminar, de tomar el riesgo de escoger un camino u otro, de andar y quizás desandar lo andado. Hay tantas cosas que ver cuando caminamos, hay tantas perspectivas y lo mejor de todo es que caminando tenemos el poder de cambiar nuestro rumbo.
Si la niña se queda sentada la vida pasará delante de sus ojos, será simplemente una espectadora. Es eso lo que ella quiere?
La niña decidió una vez que no era eso lo que le gustaba y caminó. Por qué se queda la niña sentada? Yo creo que eso no le gusta, yo creo que desea caminar.
Ojalá esa niña escuche mi voz, mire hacia arriba e intente al menos levantarse para otear un horizonte que podría ser hermoso.
Gracias por compartir.
Puedes estar segura de que escucha tu voz,que la escucha y además tiene muy en cuenta todo lo que tu le dices,porque aunque no haya empezado a caminar tal vez gracias a tí haya empezado a levantarse.
Pero puede que en su interior no haya escojido el camino que debe tomar porque no ha perdido la esperanza de escuchar de nuevo la voz de su duende.
Puede que no una voz real, pero tal vez una voz que un dia en sueños le diga cual es el camino que la devolverá de nuevo a su mundo verde,a encontrar el sol.
Gracias a tí por estar ahí y por escucharme.
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