Cambios

Eso es lo que he decidido hacer.
A partir de ahora quiero empezar ha hacer planes con unos plazos cortos.
Ir poco a poco e intentar llevarlos a cabo todos.
De momento mañana me he propuesto sacar a mis hijas a dar una vuelta.
Ya sé que eso no tiene nada de raro; eso lo hacen a diario miles de padres en todos los sitios.
El problema es que yo no lo hago.
Desde hace mucho tiempo yo solo salgo de casa si tengo que ir a trabajar; si voy a la compra y siempre acompañada por mi padre; o para llevar o recoger a mis hijas del colegio y siempre con una amiga que me acompaña.
Pero el resto del tiempo nunca salgo de casa. Aquí me siento segura y he acabado por encerrarme y negarme a salir si no es obligatorio, e incluso cuando lo es algunas veces tampoco salgo.
Y lo que hacen todos los padres, lo que yo debería hacer, hace mucho tiempo que lo hacen mis padres o mis hermanos.
Ellos son los que llevan a mis hijas al parque, a dar una vuelta, a la piscina. Ellos se encargan de hacer lo que debería hacer yo, porque saben que yo no voy a salir.
Y la función que hace cualquier madre normal, en mi casa la hacen los abuelos o los tios, pero no porque yo no pueda hacerla, sino porque me aterra salir y me niego a dejar mi casa a no ser que sea por obligación.
Y he llegado a un punto en que este encierro me ha llevado a no acudir siquiera a los acontecimientos familiares.
Si mi hermana celebra el cumpleaños de mi sobrino y nos invita a todos a comer, mis hijas van pero lo hacen sin mí, porque yo no voy.
Este miedo o estas escasas ganas de salir me han llevado a faltar incluso a reuniones más importantes como bautizos o comidas familiares, y en la boda de mi hermana pequeña tan solo estuve una hora escasa.
Sé que mi familia no va a decir nada; sé que ellos intentan entenderlo y se han acostumbrado a que yo me niegue a dejar mi casa. Al principio me inventaba cualquier cosa, luego ni me molestaba en hacerlo, y ellos con mucha paciencia me han dejado que me quedara porque es lo que me hacia estar más tranquila.
Por eso he decidido que mañana intentaré ser yo.
Yo la que saque a mis hijas, yo la que pasee con ellas o la que las lleve un rato a los columpios.
Quiero hacer lo que tengo que hacer.
Y quiero hacerlo sin tener esa sensación de angustia, de que necesito volver a casa porque es el único sitio donde me encuentro bien.
Al menos quiero intentarlo.
Mi hija la mediana no está muy convencida.
Pero mañana esa será mi meta.
Como hoy lo era aguantar todo el dia a pesar de las malas noticias y al final he llegado hasta aquí, y he conseguido no pasar un dia tan malo.
Tal vez si me voy proponiendo las cosas poco a poco, consiga ir haciendolas.
Además dentro de poco es el partido de padres contra hijos en baloncesto y como dice mi hija tengo que ir, porque ella tiene que reirse un rato.
Aunque sinceramente otros años más que reirse se ha muerto de verguenza, porque yo no sé jugar al baloncesto.
Pero de momento mi meta es mañana....luego será el partido y alguna más.
Paso a paso.....