Te confieso, mi amor,
que cada día,
digo tu nombre
más de dos mil veces,
que pienso tanto en tí
que se desgastan
los ríncones más hondos
de mi mente.
Te confieso que soy
un poco idiota,
por no saber de tí
pero quererte,
por no poder borrar
mis sentimientos,
por morir por tan solo
poder verte.
Que sé que no me quieres
y aún con eso
te volvistes canción
y es aún más fuerte
mi anhelo de soñarte
que el anhelo
de seguir adelante
sin tenerte.
Te confieso, mi amor,
que por las noches
miró tu foto y pienso
¡tuve suerte!
porque aunque él no me quiera
yo le quiero,
y me hace sentir viva
lo impotente.
Que si ahora sobrevivo
es por amarte,
dentro de este silencio
que me envuelve,
te confieso que sé
que espero el día
que tu quieras buscarme
entre la gente.
Que sueño con que llegue
ese momento
en que tu corazón
hablé a tu mente
y descubras que hay alguien
que te ama
más allá de la vida
y de la muerte.
Te confieso, mi amor,
que te amo tanto,
que no me importa nada
no tenerte.
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