En medio de la vida
esta la nada,
cuentos de hadas,
mentiras de muñecas,
y en medio del silencio
está el silencio,
acurrucado y frío.
La renuncia a seguir,
que no merece la pena
el sufrimiento,
dándose por vencida
a derrotado
al dolor que le corta
las entrañas....
Empezar un camino
sin adioses,
no necesita apenas
despedidas,
renunciar.....
renunciar a ese Dios
que la abandona,
que la envia directa
hacia el infierno
y se niega a escucharla.
Y por fín descubrir
que su deseo
es bailar con la muerte.
Porque nada merece
ya la pena,
porque todo quedo
bajo su aliento,
porque sabe que nunca
habrá respuesta
a este dolor podrido
que la inunda por dentro.
Porque sueña y no puede
con arrancarse a trozos
el corazón robado.
Descansar....
descansar para siempre
y que se acaben
las horas infinitas,
que se aleje el dragón
de la nostalgia.
Dejar su despedida
para aquel que jamás podrá escucharla
porque se haya muy lejos,
para aquel que robo
todas sus horas
y no se dió ni cuenta.
Y dormir,
por fín, en paz,
cumpliendo su deseo,
eternamente.
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