Mi barco es tán chiquitito
que cabe en una botella
y el capitán que lo manda
tiene el corazón de arena.
Mi barco surca los mares
que caben en mi bañera,
y pelea con la espuma
de aromas de primavera.
Mi barco viaja sin rumbo
y descansa en la alacena,
vive aventuras que nacen
del fondo de mi cabeza.
Mi barco es un barco triste
porque es un barco de tierra,
que nunca podrá llevarme
navegando, a las estrellas.
Mi barco guarda tesoros
de piratas y sirenas,
tan pequeños que se esconden
entre sus maderas viejas.
Mi barco es barco de sueños,
de recuerdos y poemas,
condenado a ser por siempre
prisionero de la ausencia.
Mi barco surca los mares
solo cuando el alma, sueña.
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