Yo fuí ya de este mundo y de tu mundo
la tierra de tu tierra,
aquella que preñada de tus frutos
se bautizó de sol,
yo fuí los campos verdes de pinares
y de viejas roquedas,
aquel castillo inmenso que aguardaba
como un noble señor.
Fuí todos los caminos que anduvistes
al paso de los años,
los ríos que surcastes cuando el viento
te prestaba su voz,
y fuí las mil tormentas y los riscos
donde haciendote viejo,
volvistes cuando un día ya esperabas
sentir tu nuevo yo.
Yo fuí las mil auroras en tus noches,
fuí los mil contratiempos,
los miles de kilometros andados
buscando una ilusión,
y aquella muchachita que miraba
escondida en tus sueños,
robándote algún beso en el misterio
nacido del amor.
Fuí el día que nacistes los dolores
y luego las sonrisas,
la mano que luchó por sujetarte
y fuí el calor del sol,
el pueblo de tu infancia, tus recuerdos,
y el olor de la hoguera
prendida en esa casa entre los montes
que el hogar dibujó.
Hoy vuelves a mi lado con los años
enmarcando tu rostro,
el pelo cano dejando su huella
de tiempo y de pasión,
y yo sigo esperando, sigo siendo,
soy todos tus recuerdos,
porque las cosas pasan pero siempre
te quedará mi voz,
me quedaré dormida en tu memoría
y seremos,los dos.
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